El grado de desarrollo científico y tecnológico que alcanza cada pueblo en cada época, determina las formas de vida, su bienestar, e influye de manera determinante en su cultura y religión. Hoy día, en el orden mundial de las naciones podemos comprobar que los países desarrollados se distinguen de los países subdesarrollados en que los primeros invierten mucho más en desarrollo científico, que a la vez trae desarrollo tecnológico. En esos países la ciencia y la tecnología son parte primordial de la cultura, y los gobiernos dedican recursos significativos en producir programas de televisión en que se ponga de manifiesto la importancia de una sociedad en que el conocimiento es la base para mantenerse a la vanguardia frente a otras sociedades. Sobre esto tenemos el ejemplo de los programas "Redes" de la televisión española, o el "Discovery Channel", en Estados Unidos. Contra ejemplo, en México la televisión de más difusión nacional (TELEVISA y TV Azteca)enfoca su interés en servir como medio de entretenimiento del más bajo nivel intelectual, y noticieros de morbo y de control ideológico acorde a los grupos que dominan económicamente. El Estado se desatiende completamente de tener el control de medios educativos de alto nivel.
Como indiqué al inicio, la cultura y la religión de cada pueblo está determinada por el nivel de desarrollo científico y tecnológico que éste ha alcanzado. Dista mucho el concepto de Dios que pueda haber tenido un hombre primitivo, de las primeras épocas de la humanidad, a expensas completamente de la naturaleza y sin entender ni siquiera los más cotidianos fenómenos naturales, del concepto de Dios que tiene un hombre moderno dedicado a alguna disciplina relacionada con ciencia y/o tecnología. Por esto, a través de los siglos las religiones han sido enemigas de la ciencia, han repudiado el conocimiento, y acaso esto ha sido mucho más acentuado a partir del nacimiento del cristianismo, ya que esta religión (contrario a algunas religiones antiguas) de origen va en contra de la naturaleza, y en contra en particular de la naturaleza humana. Sin duda, en lo que a mi respecta, el cristianismo, encabezado por el catolicismo, ha detenido por mucho el desarrollo científico; recuérdese que el Vaticano fue enemigo de Galileo. ¿Cuántos Galileos no se perdieron por culpa de la religión?. Actualmente el Vaticano muestra apertura, pero esa apertura es obligada, sabedores que de no darse significaría una pérdida adicional de creyentes. Se asemeja la postura del Vaticano a aquella de quien siempre negó que tras una pared hay algo, y de pronto, cuando la pared por alguna razón cae y lo deja al descubierto, de pronto dice, "claro, allí está, yo no digo que no"; irremediable es aceptarlo en este punto.
Parte de la labor de quienes nos dedicamos a la investigación, es la difusión de este conocimiento, no solo es revistas que leerán otros especialistas, sino en medios que lleguen al público general no especializado. En la medida que logremos difundir los conocimientos que ya forman parte del acervo de la humanidad, podremos aspirar a una sociedad de mayor bienestar material para las mayorías, pero también tendrémos hombres y mujeres libres, conscientes de que las religiones institucionalizadas se basan en principios sin sustento. Esto no quiere decir que todos seamos ateos; más bien sugiere cada persona puede tener su concepto de Dios independiente de esas religiones, y si tiene acceso al conocimiento científico, puede llegar incluso a tener una concepción de Dios más firme, más enriquecida y libre de fanatismos (que tanto daño han hecho y siguen haciendo), que una persona ignorante jamás podría concebir.
Regresaré a este tema posteriormente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario